Hace ya algunos años del lanzamiento de Scratch pensado para introducir la programación informática en los colegios de todo el mundo. Tal ha sido su éxito, que los desarrolladores del proyecto han querido ofrecernos, por fin, la versión adaptada para iPad, Scratch Jr., evitando quedarse en la retaguardia del progreso y añadiéndose así al gran abanico disponible de apps educativas sobre programación que actualmente nos ofrece el mercado.
Ya mencionamos anteriormente Scratch en algunos de nuestros posts que iniciaban la categoría de programación y diseño y aprovecharemos este post para explicaros algo más sobre este proyecto.
Scratch es un proyecto del Grupo Lifelong Kindergarten del Laboratorio de Medios del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). Se ofrece de forma gratuita y está pensado para que los más pequeños se introduzcan en el mundo de la programación informática, enseñándoles (entre otras cosas) conceptos iniciales sobre lógica. Actualmente, son muchos los centros que están usando Scratch para realizar las primeras tomas de contacto con el mundo de la informática con sus alumnos. Dispone de una comunidad enorme, con multitud de programadores por todo el mundo. Además, la Fundación LEGO, Microsoft y Google son algunas de las corporaciones mundiales que han aportado recursos y fondos para que el proyecto no decaiga.
Pero hablemos de Scratch Jr. Desde MIT han querido dotar esta app con un aspecto algo más infantil, divertida y simpática, aclarando los tonos de la interfaz y dotándola de iconos más simples. El funcionamento de la misma es simple, aunque es necesario entender el funcionamiento de Scratch y su programación, y resulta de mucha utilidad haber visto con anterioridad los Consejos para padres y el apartado Teach, de los portales de Scratch y Scratch Jr. respectivamente para hacerse una idea del potencial de la herramienta y de su posible uso educativo.
El funcionamiento de esta app es similar a Hoopscotch, en la que podemos dotar de movimientos, sonidos y animación a uno o varios objetos en un mismo espacio. Es decir, podemos escoger personajes predefinidos (animales, pelotas, vehículos, etc.) y hacer que se muevan, giren, roten o, por ejemplo, que desaparezcan. Evidentemente, también podremos editar el fondo de cualquier animación a nuestro antojo. Para que esto suceda tendremos que escoger los distintos objetos que queremos incluir en nuestra animación (entendiendo objeto como el elemento al que queremos dotar de movimiento o que queremos que realice una acción) e ir añadiendo los bloques adecuados dependiendo del orden que queramos que lleve a cabo. Los bloques están agrupados por colores y funciones.
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